iLachina comedia descomposición 4

Descomposición 4 Habiéndome apartado del profundo cansancio en el que estaba, otro inmenso tronido hizo que me sobresaltara volviendo completamente en mí de manera casi inmediata. Al levantarme, miré alrededor y no reconocí el sitio, comprendí entonces que había pasado ya la Orilla del Aqueronte y estaba ahora frente a un abismo, tan oscuro que me fue imposible ver algo a través de la oscuridad. -Descendamos ahora allá. Al mundo de las tinieblas[1] me adelantaré, sígueme.- dijo el poeta alburero que extrañamente había palidecido en su rostro; Dándome cuenta de eso le pregunté un poco sorprendido: -¿y como he de ir, si tu mismo que eres mi guía esta atemorizado?. A lo que el respondió instantáneamente y sin mirarme: -No es temor lo que ha palidecido mi ser, en ese abismo reina una angustia incalculable que me causa una compasión tal que me hace palidecer. Pero sigamos ya, que el camino es largo y debemos darnos prisa. Al decir esto entró y me hizo así entrar al primer círculo del infierno. Allí, no eran quejas lastimosas las que se escuchaban: eran suspiros, suspiros y exhalaciones conmovedoras que daban a entender una inmensa desilusión y pena. Fue entonces que los vi: Una multitud de niños, mujeres y varones. Y el buen iLacho me dijo: -Ya que no me has preguntado que espíritus son los que están ante ti, te lo diré antes de que continuemos, quiero que sepas que estos no son pecadores, pero los méritos que tuvieron en vida no fueron útiles para nadie, aquí están los que si bien no fueron indecisos, fueron mezquinos y no hicieron más que procurar su propio bien y vivieron sin dar emoción alguna, la inacción es su única falta. Más allá estaba yo cuando la Esplendor me pidió emprender la empresa de salvarte. Estamos en el Limbo. Yo con mucha amargura entonces comprendí la compasión que inundaba al poeta picosito, pude ver entonces, como muchas almas que pudieron haber valido mucho estaban suspendidas y exclamé: -Dime ¡oh sabio alburero!, ¿es que acaso ninguno puede ascender y salir de aquí? ¿No podrán nunca ser bienaventurados? Y el, que vio como compartía ya la compasión que el tuvo contestó: -Hace mucho tiempo en este lugar supe que por voluntad propia bajó aquí un ser muy poderoso[2] y Victorioso saco las almas de personajes importantes del mundo para llevarlas con él al cielo. Solo grandes personas como él pueden hacer que salgan los espíritus de aquí. Seguimos el camino, pasando por entre innumerables almas, pero no habíamos recorrido mucho cuando pude ver un resplandor en el cielo que solo alumbraba una parte del limbo, en esa parte, iluminadas se encontraban algunas ánimas. Lleno de curiosidad pregunte: -¡Oh tu que dominas todas las ciencias! ¿Quiénes son esos que tienen privilegios sobre los demás? -La gran fama, y mención en las oraciones en el mundo de los mortales es lo que hace gocen de este favor del cielo. Contestó el. Apenas hubo terminado de decir esto cuando se escucho que alguien exclamaba ceremoniosamente: ¡Honrad al insigne alburero[3] que se había ausentado y ahora regresa!. Luego se acercaron a nosotros unas cuantas almas que parecían no tener emoción alguna. -Mira el que viene más adelantado, como si pareciese príncipe es el insigne Nobel de literatura[4] el de atrás es el maestro de la improvisación[5] el que antes habló presentándome Dijo el iLacho que ahora sonreía con notable satisfacción. Cuando llegaron nos saludaron amablemente. Y juntos seguimos el camino de la luz[6]. Hablábamos sobre los secretos del universo, y otras cosas que es mejor callar por ahora. Así estuvimos hasta que llegamos a un pintoresco palacio, protegido por altas murallas. Al entrar allí en el interior donde alumbraba de lleno la divina luz del cielo, en un lugar con inusitada vegetación se encontraban personajes muy conocidos, hablando de forma suave, allí vi por ejemplo a Voltaire, a Descartes, Locke, y Sartre charlando entre ellos. También estaban Ghandi y Nietzsche, estaba también Ende charlando con una niña que luego supe era la Musa emperatriz que lo había inspirado en vida, en el sitio estaban también los antiguos filósofos griegos encabezados por el gran Aristóteles e incluso personajes tan distantes en geografía y tiempo como Nezahualcóyotl, Confucio, Lao-Tse, Hegel Mozi y Engels. Y muchos más, eran tantos y de tal renombre que no puedo mencionarlos a todos. -Casi ninguno pertenece al infierno, y algunos no hemos expirado aún- Me dijo el iLacho. -¿Y entonces que hacen aquí?- Pregunté casi instantáneamente. -Aquí es donde nos reunimos, y debatimos sobre la situación actual y el futuro del mundo de los mortales, aquí tenemos la ventaja de reunirnos pues en ningún otro lugar se podría reunir tal conjunto de diferentes sabios, filósofos y poetas. Aquí fue donde La esplendor me contactó bajando por la luz que ahora mismo nos alumbra. Pero tú y yo, tenemos que irnos ya, pues el tiempo apremia. Dicho esto me despedí de los númerosos y a veces hasta contrarios sabios y seguí a mi maestro. Al salir de aquella tranquila mansión que invita a la profunda reflexión. Entramos de nuevo a una atmosfera tétrica donde ya no había ninguna luz. [1] Entrando ahora sí al infierno, antes estábamos en el pre-infierno. [2] Jesús de Nazareth que según la biblia bajó al infierno. [3] El iLacho [4] Octavio Paz [5] Juan Jose Arreola [6] La luz que se menciona antes.

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Leer la ILachina comedia2

Leer la iLachina comedia3

Notas varias:

• De entre las descomposiciones que han salido, ésta es, ciertamente, la más descompuesta, tan descompuesta es que tiene incluso niveles de putrefacción. La obra de dante, (¡esa si es una obra!) habla mucho aquí de elementos del catolicismo, los cuales no comparto y no pueden salir en mi rincón. Al fin de al cabo de eso se trata esto: De descomponer.
• Hoy es cumpleaños de mi primo Yesou (para que lo feliciten).
• El mundo entero reza por que abrilis se recupere pronto de su enfermedad gástrica
• Picocola: ¿ya te estas dando una idea para el "encarguito"?